
¿Cómo entablar una conversación con tu hijo?
- On 30 enero, 2017
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Muchos padres se quejan de que sus hijos no se comunican con ellos, que no les cuentan nada al salir del cole, que sólo contestan con monosílabos. Pero la cuestión es, ¿sabemos nosotros comunicarnos con ellos?.
Hay muchos expertos que dan consejos o pautas en libros y artículos sobre cómo conseguir que nos cuenten más sobre lo que les pasa, sus intereses, lo que les preocupa, etc. En nuestra experiencia, entre las estrategias más acertadas estarían aquellas que fomentan un mejor diálogo entre los padres e hijos por medio de la escucha activa, que implica aprender a escuchar pero también que invita a los padres a hacer preguntas más abiertas y más concretas. Vamos a enumerar aquellas que son más efectivas:
- Aprender a hablar y escuchar.
- Dedicarles tiempo para jugar con ellos, leer, cantar, bailar, viajar, comer, cocinar…
- Aumentar el contacto físico: los abrazos, los besos, las caricias…
- Enseñarles a expresar sus sentimientos, a desarrollar sus habilidades y nuevas destrezas como montar en bici,… Cualquier enseñanza que les transmitamos reforzará el vínculo y la conexión con ellos.
- Evitar juzgarles y etiquetarles. Si cuando nos comunican algo les juzgamos o etiquetamos, se cerrarán en sí mismos y perderemos la conexión con ellos. Podemos aconsejar, pero debemos intentar no juzgar. Significa por tanto, aumentar nuestra conciencia «mindfull», o conciencia plena, trabajar nuestra capacidad de observación y curiosidad, y dejar a un lado al “juez sancionador” .
Con respecto al primer apartado y centrándonos en el modo de hacer preguntas, sobre preguntas abiertas que pueden ayudarnos a que nos cuenten más:
-¿Qué ha sido lo mejor del recreo de hoy?
-Si tuvieras una varita mágica, ¿harías desaparecer a alguien de la clase?
-¿Hay alguien con quien te gustaría jugar en el recreo y con el que nunca hayas jugado?
-Dime alguna palabra rara que hayas escuchado hoy.
-Si el genio de la lámpara te concediera tres deseos, ¿qué tres cosas cambiarías del colegio?
-¿Qué van a hacer tus amigos este fin de semana?
-¿Qué es lo que más te ha gustado de hoy en el cole? ¿Cuál ha sido tu parte favorita del día?
-¿Has ayudado a alguien hoy? ¿Cómo?
-¿Alguien te ha ayudado hoy a ti? ¿Cómo?
-Si llamara hoy a tu profesora, ¿qué me diría de ti?
Estas y un montón de preguntas más, pueden ayudarnos a entablar una conversación con ellos. Pero no debemos olvidar, que para que la comunicación sea buena, es importante que nuestros hijossientan que realmente nos importa lo que nos cuentan, que no les juzguemos.
Con respecto a la escucha ¿Sabemos realmente escucharles?
Aprender a escucharles es probablemente una de las tareas más difíciles a las que se enfrentan los padres hoy en día. Vivimos en una sociedad que se ha tornado cada vez más compleja y exigente, en la que cada día nos enfrentamos a más amenazas para nuestro equilibrio personal. Una sociedad que nos presenta cada vez más desafíos, por un lado con el aumento de la información y de la distracción (tablets, televisiones, smatphones…), y por otro, una exigencia cada vez mayor de atención, gestiónemocional, planificación…, todas estastareas ejecutivas son imprescindibles para funcionar a nivel social y laboral. Muchos padresestán tan acelerados, que se han olvidado de estar «presentes» en sus vidas, y por tanto para sus hijos. Además, con la incorporación de la mujer al mundo laboral, muchos padres están realmente desconectados de sus hijos, y eso lleva a que cada vez haya más dificultades en la comunicación con ellos.
Para que exista una buena comunicación en una familia, debe haber un compañerismo, una complicidad y un ambiente de unión y afecto en casa. Por eso, por muchas ideas que sugiramos para sacar información de nuestros hijos, lo más importante es:
– Aprender a empatizar o ponernos en el lugar de nuestros hijos al empezar la comunicación.
-Darles mensajes conscientes, consistentes y no contradictorios.
-Escucharles con verdadera atención e interés.
-Intentar que al darles información, esta sea siempre de forma positiva.
-Expresarles y compartir nosotros también nuestros sentimientos con ellos.
-Ser claros a la hora de pedirles algo.
Digamos que la clave está en estar realmente conectados con ellos. Para aumentar nuestra conexión con ellos, hay toda una serie de acciones que pueden ayudarnos.
Si comunicarte con tus hijoste resulta cada vez más difícil, puedes buscar ayuda profesional (psicólogo o psiquiatra), y recordar que cuidarse a uno mismo es una tarea fundamental para poder cuidar bien a otros. En la medida en que nos aprendemos a cuidar y a escucharnos a nosotros mismos, aprendemos a hacerlo con nuestros hijos y con los demás de forma más eficaz.
Aline Hombravella
Psicóloga
www.emdrexpertos.com
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